Historia
La historia de Lana de Árbol nace con Ana Giraldo, artista textil y madre en muchos sentidos de esta marca y cuya vida ha estado marcada por el deseo de tejer puentes entre el arte, la tradición y la naturaleza.
Su camino comenzó con una profunda inmersión en las tradiciones textiles mexicanas, una experiencia que despertó en ella el deseo de explorar y reconectar con las raíces textiles de su propia tierra: Colombia.
Este impulso la llevó a emprender un extenso trabajo de campo con comunidades indígenas colombianas, donde descubrió técnicas ancestrales que estaban en riesgo de desaparecer. A través de una investigación etnográfica comprometida y colaborativa, Ana ha documentado y reinterpretado saberes textiles tradicionales, dándoles nueva vida en el lenguaje contemporáneo del arte.
Cada prenda de Lana de Árbol está impregnada de este conocimiento vivo. Son piezas que no solo visten, sino que narran: hablan del territorio, de las manos que las crean y de los hilos invisibles que unen pasado y presente.
Las creaciones de Ana, elaboradas en telar manual y con fibras naturales, evocan los paisajes colombianos en formas abstractas, impresionistas y profundamente sensibles. Su obra ha sido reconocida en museos y colecciones de arte, incluyendo la Cámara de Comercio de Medellín y el Museo de Arte Contemporáneo de Jericó, entre otras.
Hoy, Ana vive en Arusí, una comunidad costera del Pacífico colombiano rodeada de selva, mar y espiritualidad. Allí continúa su labor artística, enseña tejido a las nuevas generaciones y experimenta con tintes naturales inspirados en la biodiversidad que la rodea. Su presencia en este territorio no solo enriquece la identidad cromática de Lana de Árbol, sino que reafirma su compromiso con una creación arraigada, respetuosa y profundamente conectada con la vida.